Las cuatro nobles verdades de Buda
Una de las cosas más sanadoras que existen es transformar el sufrimiento en una vía para la sanación emocional, cuando miramos el problema de frente, lo encaramos y dejamos de verlo como tal, el famoso “el problema no es el problema, sino la solución”.
Como cuando alguien tiene mucha dificultad para gestionar las emociones, y termina trabajando tanto en ellas que acaba enseñando a otras personas cómo hacerlo. En occidente negamos el sufrimiento a costa de congelar emociones, estar en hipervigilancia, respuestas reactivas, dificultad para dormir, ansiedad, adicciones etc. Por eso hoy os hablo de las cuatro nobles verdades según el Budismo.
- La vida es sufrimiento: No, no se trata de que la vida sea un valle de lágrimas, ni de que hemos llegado a este mundo a sufrir, si no de entender que experimentamos todo el abanico emocional existente a lo largo de nuestro proceso vital, incluyendo hechos traumáticos y dolorosos, entendiendo que el sufrimiento forma parte de la condición humana. Negar esas experiencias que nos han hecho daño para no experimentar dolor, es congelar esas emociones, que a la larga prolongan el sufrimiento innecesario. Para emprender un proceso de sanación es necesario enfrentarte a aquello que te hizo daño.
- Hay una causa de ese sufrimiento: Tener el coraje de mirar dentro de ese sufrimiento, que muchas veces se encuentra dentro de nuestras mentes, donde debido a cómo nos hemos construido, confundimos fantasía con verdad y lidiamos en el presente con el efecto de sucesos del pasado aferrándonos a cosas, pensamientos o juicios a cerca de nosotras/os o del mundo frustrándonos cuando lo que sucede no es como “debería” ser
- Hay una salida del sufrimiento: El sufrimiento puede ser transformado y sanado, liberándonos de esos apegos que lo causan. Lo que pasó, pasó, y no podemos transformar el pasado, pero sí podemos transformar el cómo nos sentimos sobre él. Tenemos una gran capacidad autorreguladora, en la que hay que aprender a confiar para lograr la transformación
- Hay un camino para salir del sufrimiento: La responsabilidad de hacerlo está en nosotras/os. Para el Budismo, hay ocho principios que ayudan a salir de el, el llamado 8 camino óctuple.
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- Visión correcta: tiene que ver con el propósito vital y con conectar con nuestra intuición como un motor que nos impulsa hacia algo que deseamos.
- Discurso correcto: La calidad de lo que pensamos determina la calidad de las emociones y las cosas que nos contamos influye en nuestro actuar en la vida. Es importante cambiar los pensamientos negativos o absolutos que nos trastornan.
- Buena acción: Nuestra acción viene seguida de la intención, así que la acción correcta surge de una intención buena, amorosa, compasiva y ecuánime. Recordando que esto es hacia afuera, nuestro accionar en el mundo, y también hacia dentro, cómo nos comportamos con nosotras mismas.
- Medios de vida correctos: Hace referencia a cómo nos ganamos la vida, y en qué y de qué manera invertimos nuestro dinero. También a sí vivimos con estrés o si dedicamos todas nuestras horas a lo laboral, descuidando otras facetas que también son importantes.
- Entendimiento correcto: Aceptando la impermanencia, que todo tiene un comienzo y un final.
- Esfuerzo correcto: Llevando una vida activa sin dejarse llevar por el hacer constante y automático fruto de nuestro ego. En el esfuerzo correcto hay constancia, presencia y energía enfocada en aquello que se quiere conseguir.
- Atención correcta: con concentración y sin dispersión. La atención perfecta hace referencia las cosas, una misma, las demás personas y la realidad.
- Concentración correcta: hace referencia a la meditación para obtener una mente en calma y como forma de alcanzar un estado de iluminación.