Hoja en blanco
Decididamente cualquier inicio en el calendario nos predispone a ser como una hoja en blanco ante la cual nos situamos con la sensación de ser como esa hoja, llena de posibilidades, lista para llenarla de buenas intenciones, cambio de hábitos o nuevas acciones.
Siempre me acordaré del inicio del curso escolar cuando era niña, con libros recién forrados y material nuevo, dispuesta a estudiar más, a llevar al día las tareas o a sacar mejores notas, al fin al cabo, con todo eso por estrenar y la motivación que tenía, era más que suficiente. Pero lo cierto es que terminaba haciendo las tareas al límite, mis notas no eran siempre las mejores, y mis libros terminaban llenos de dibujos, hasta darme cuenta que, un año más, la historia de como yo funcionaba en el colegio seguía siendo la misma, la motivación inicial se disipaba evaluación tras evaluación.
Esto que me sucedía a mi en el colegio, es el símil a lo que nos sucede cuando a primeros de año nos marcamos objetivos por cumplir. Personalmente, con los años he ido abandonando la idea de tener tantos objetivos y verlos, más bien, como un horizonte hacia el que ir, alejando cada vez más de mi la autoexigencia, y tratándome con más amabilidad, con foco, si, pero disfrutando del camino.
En este post te cuento como hago yo esto de marcar un horizonte hacia eso que quiero en mi vida, equilibrando la parte profesional con la personal. Cada vez son menos cosas, más abarcables e importantes como para que me movilicen mucho y tenerlas presente. Tómate esto como un rato para ti, con tiempo por delante, música de fondo que te guste y tu bebida favorita cerca, darte esto, es un regalo para ti.
1. Primero lo primero.
Antes sembrar hay que recoger lo que ya ha crecido, así que lo primero es efectivamente recoger los frutos del año que se va:
Revisa tu agenda o calendario y revisa los eventos más importantes que te han sucedido durante el año. Después divídelo en categorías: personal, profesional, familia… tantas categorías como tu quieras. Cada uno de ellos, ¿qué te ha aportado? y ¿qué te ha restado? Trata de ir profundo, indagando más allá de lo obvio, incluye también el contenido emocional.
- ¿Qué tres cosas nuevas ha traído a tu vida?
- ¿Qué ha sido lo más importante para ti este año?, ¿por qué?
- Pon título a tu año, si fuera una película, ¿cómo lo titularías?
- ¿Qué quieres soltar? Trata de elegir una o dos cosas a lo sumo.
- Cuando lo sueltes, ¿cómo te vas a sentir? Trata de abarcar las siguientes áreas
¿Qué emociones tendrás?
-
- ¿Qué tipo de pensamientos tendrás?
- ¿Cómo te sentirás corporalmente?
- ¿Cómo te sentirás a nivel de energía?
- ¿Con quien te relacionarás?
- ¿Qué dirá la gente de ti?
- ¿Qué tipo de cosas harás?
¿Listo/a?
Siguiente paso, a por el año que entra!
2. Soñando.
No nos damos cuenta que lo que hacemos en el presente marca nuestro futuro, así que la idea, más que atraer lo que quieras, es tratar que lo que quieras sea coherente con quien tu eres, y de esta manera cobrará más fuerza y será más factible.
- Elige varias categorías que para ti sean importantes, te propongo algunas, pero valora las que para ti tengan sentido: vida profesional, salud, familia, amistades, tiempo de ocio, vida en pareja.
- Imagina que todo eso se ha manifestado ya en tu vida, escribe una carta a una persona a la que quieras mucho (no se la tienes que enviar) explicando como es un día de vida. Escribela en tiempo presente llenándola de detalles, sin olvidarte de expresar cómo te sientes. Disfruta de compartir lo que sientes y emociónate con ella. Puedes incluir algún dibujo tuyo imaginando a tu yo del futuro ya que tu subconsciente entiende mejor el lenguaje simbólico.
- Busca imágenes en internet o en revistas que te sugieran esas cosas que desees para ti y haz un collage pegando esas imágenes, te sugiero que coloques en la parte superior aquellas cosas más significativas. Después cuélgalo en algún sitio visible y míralo todos los días para tenerlas presente.
Para ayudarte con esto, he creado este cuaderno descargable que sólo tienes que completar, puedes rellenarlo directamente en tu ordenador, o mejor aún, imprimirlo y hacerlo con tu puño y letra.
¡Disfrutalo!
Puedes descargarlo en el cuerpo del mail que te he enviado si estás suscrita/o a mi newsletter.